Una jornada interesante, el objetivo principal de esta ha sido conocer las técnicas constructivas para las viviendas en Estados Unidos.
La instrucción ha sido buena, y espero escribir poco a poco en la medida de mi tiempo, en este caso quiero centrarme en mi percepción del estilo gringo.
Los hispanos tenemos grandes diferencias culturales con los norteamericanos, el caso de la construcción de viviendas es un ejemplo
Para nosotros, comprar una casa es más una necesidad básica, muy asociada con la familia, y es común que el joven que terminó su Universidad se casará y en conjunto con su compañera buscarán una casa o la construirán para estar con sus hijos el resto de sus vidas o al menos hasta donde sea posible. (Nosotros, estoy hablando sobre el entorno mesoamericano en general)
En el caso de los norteamericanos la casa es un estatus, más que una necesidad. Ellos prefieren rentar a tener una casa en una urbanización (subdivision) donde no va su estilo de vida.
La construcción de nuestras casas está muy asociada a los materiales del entorno y las condiciones de seguridad. Por eso usamos mucho los áridos, como ladrillo, bloque de hormigón, mortero y concreto reforzado. Cerramos nuestro terreno con una fuerte muralla que nos proteja de los delincuentes, y nos aseguramos que el carro esté dentro, de ser posible usamos malla serpentina o electricidad… y entre más plata se tiene, más alto es el muro.
Hemos estado por la zona de gente de color (sin ser racista, son negros) y también la zona de alta plusvalía de Houston. También pasamos por la calle donde vive Jorge Bush en la zona conocida como Memorial.
Pocas conclusiones puedo sacar, la primera es que los norteamericanos están locos (la mayoría). Una persona que construye 3,500 pies cuadrados, por la que pagará 950 mil dólares y donde solamente vivirán dos personas… ah, y un perro, todo por hacer un estilo de vida, e invitar una vez cada dos meses a sus amigos a comer salchichas en el patio, beber algo de cerveza y contar chistes muy malos… está loco. Estoy seguro que no tienen la más mínima idea que en una montaña de Centroamérica hay una casa construida con sobrantes de madera, con un techo de teja, dos habitaciones donde viven 7 personas y que sobreviven con $60 al mes… o menos.
Cierto, son culturas diferentes, en este caso apenas estoy haciendo una comparación con el área mesoamericana.
Pero aparte del choque cultural, la capacitación ha sido magnífica, conocer sus técnicas de construcción y como han llegado a industrializar su proceso aunque ahora están en un serio colapso por la crisis mundial.