Un fin de semana, desconectado de los pollos de Farmville, de las tareas que nunca acaban, de las guirnaldas que hay que colgar en el muro…
Aunque de la crisis política, todos quisiéramos que finalmente pase el mal sabor.
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| Perro casi prestado. Se parece a uno llamado Fido, que mi hermano regaló como perro, por 8 años aunque era perra y tenía 13. |
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| El otro lado del mundo. Quizá mi último viaje a este recóndito lugar del que recuerdo muy bien la carne asada y clima envidiable. Es curioso, la foto del relato “Solo dos años” es justo de ese mismo parque. |
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| Vaya que les gustó el perro, lástima que hay que devolverlo mañana. |
A 17 meses del golpe de estado seguido de una sustitución constitucional, nada está claro aún. Si hay algo bueno que podemos ganar con esto es que se haga una herida significativa en el bipartidismo. Pero luego de ver la evolución del Farabundo Martí en los 70’s todo puede suceder… unificarse como lo ha hecho la resistencia allá les tomó 10 años, romper con la guerra civil les tomó una semana. En la foto, el anciano recoge la basura del parque, da la impresión de estarlo haciendo a escondidas de los militares que se ven al fondo. |
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Le queda a esta crisis política un año de divisiones, traiciones y huída de gente que está de ese lado por intereses particulares. También se ocupa que el contexto del golpe deje de ser una excusa para estar en resistencia y lo sean los intereses por disminuir la impunidad, la corrupción y otros (muchos) males…
A diferencia de revoluciones que he visto en otros lados, la iglesia católica mantiene una postura contraria y el gremio magisterial es una élite con muchos intereses que cuidar. También es necesario ganar la confianza de personas que no le encuentran gracia al grafiti en las paredes y posturas extremas sin propuesta. Por mientras… la comida del día es si el Coronel Aureliano regresa a casa tras el pacto de Neerlandia. |
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| Sopa de gallina… ya habrá tiempo de geofumar a lo sublime. Por ahora, disfruto de estas criaturas, no sea que crezcan y no me de cuenta hasta que me llamen abuelo. |