Esta es una de las últimas publicaciones en las que me ha tocado trabajar. Se trata de un documento explicativo que si bien fue hecho para un contexto, seguro podría ser de utilidad para otros países en esa complicada tarea de explicar el catastro en una versión que la gente –más o menos– entienda.
El hilo conductor está integrado por una conversación de los encargados de un patronato que buscan al alcalde y arrancan preguntándole en cómo se utilizan los impuestos recaudados. El alcalde se da gusto aclarando como el cobro de impuesto predial es una atribución municipal que suma la intención del territorio en se autónomo no solamente en decisiones sino también una menor dependencia del gobierno central. Luego les explica algo del proceder a lo interno del municipio y cómo todos los ciudadanos están en la obligación de aportar y participar en los espacios de consulta, así como la importancia que lo que ingresa sea devuelto en obras.
En el segundo capítulo se explica de forma breve como funciona el catastro. Por ser un documento corto con enfoque al catastro fiscal, se balbucea lo más básico respecto a la medición y se centra con mayor énfasis en el avalúo urbano y rural, con un ejemplo de como funciona el cálculo del impuesto. Por supuesto, acorde al contexto del país donde me ha correspondido desarrollar este ejercicio donde la ley actual (está en camino una nueva) faculta la concertación de los valores catastrales con la población en años terminados en cero y cinco.
En la última sección se miran algunos aspectos de utilidad que también produce un catastro multifinalitario en políticas de uso de suelo y la seguridad jurídica. Es claro que el documento tiene un contexto, un país y un proyecto donde la prioridad de aplicación es fiscal; seguro si hubiera sido jurídica o socioeconómica el orden de los primeros dos capítulos hubieran sido diferentes.
La experiencia ha sido interesante, pues en la elaboración de otros documentos es fácil justificar páginas y páginas de contenido técnico. También es fácil justificar que eso es así, ante la crítica de quienes dicen no entenderlo y pienso que los geomáticos tenemos ese arte de usar vocablos que elevan nuestro ego; nada malo porque tarde o temprano hay que hacer espacio para fanfarronear :). Pero en este caso, cuando la intención es comunicar, la crítica desde el lector no especializado dice lo que dice, se entiende, no se entiende, muy confuso, muy extenso, ese técnico tiene cara de pícaro, la equidad de género, el color de la camisa, se parece a Danilo Lemuz…. en fin, todo un aprendizaje.
Cuelgo el documento aquí, porque aparte de los pocos ejemplares que se han tirado en impreso, estos instrumentos deben estar disponibles para la comunidad que los necesita, como parte de una tendencia irreversible en la democratización del conocimiento. Muchas veces hay que trabajar presentaciones y hacen falta unas imágenes ilustrativas… para lo que creo esta publicación significará un aporte importante.
Seguro en otros países podrán encontrarle más utilidad.
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