Hay una América Latina oculta detrás de la imagen estereotipada del siglo XX, nos hemos transformado.
Mientras la debilidad de la política y la desconfianza avasallan la agenda de la región, los avances continúan silenciosamente sin atención. Surge así una región nueva que empuja por ir más rápido que los países, por redistribuir los frutos del crecimiento, que reclama fuertemente en el año 2011 porque la desaceleración los afecta. Esta América Latina castiga con más dureza.
Ocho de cada diez latinoamericanos están conectados con el mundo a través de celular, y cuatro de cada diez hoy tiene un nivel de educación más que la del hogar en que nacieron. Es la clase media emergente que se defiende.
Este es el texto de introducción al Informe de 2011 publicado por la Corporación Latinobarómetro, con un 112 páginas de estadísticas tomadas a partir de 20,204 entrevistas cara a cara en 18 países entre el 15 de Julio y el 16 de Agosto, con muestras representativas del 100%, de la población nacional de cada país de 1,000 y 1,200 casos, con un margen de error de alrededor de 3% por país.
Mucho del informe no es nada novedoso, sin embargo es interesante el valor comparativo, donde podemos ver cómo está nuestro país en relación con el contexto.
Interesante la alta contradicción de la conectividad, ola que ha sido absorbida por todo el continente, pero contrasta con el lento avance hacia el respeto de los derechos de autor. Mientras el uso de la tecnología no se nivele en el uso de hardware y respeto a las licencias, será insostenible mucho de lo que hacemos en Latinoamérica; no solo a nivel de gobierno sino en el incentivo para las empresas privadas. También es una oportunidad importante para el Software Open Source.
Por primera vez este estudio mide la piratería de manera explícita y se encuentra que ésta es mayor que la disposición a comprar algo robado. Es decir, lo pirata no necesariamente es visto
como robado. El siguiente gráfico no refleja el volumen de piratería por país, sino la aceptación como acto justificable.
Recomiendo que lo guarden para sus ratos de ocio, les dejo el índice de temas investigados y conclusiones finales que no son representativas de cada país pero que sirven para compararlo de manera contextual:
- LA DEMOCRACIA EN AMÉRICA LATINA
- LAS CONFIANZAS
- CULTURA CÍVICA
- DISCRIMINACIÓN Y RAZA
- QUE GARANTIZA LA DEMOCRACIA
- FRAUDE SOCIAL
- LA AGENDA DE AMÉRICA LATINA
- LA POLÍTICA
- LAS EXPECTATIVAS
- ÍNDICE DE SEGURIDAD LABORAL
- ÍNDICE DE CONFIANZA EN LOS CONSUMIDORES
- ACTITUDES HACIA EL MERCADO
- ACTITUDES HACIA EL ESTADO
- LA SATISFACCIÓN CON LA DEMOCRACIA
- RELACIONES INTERNACIONALES
- EVALUACIÓN DE LÍDERES
- EVALUACIÓN DE INSTITUCIONES INTERNACIONALES
Hay una América Latina escondida detrás de la imagen estereotipada que nace de un desolador siglo XX, nos hemos transformado, pero el mundo todavía no está convencido.
La democracia se ha ido consolidando lentamente en sus valores centrales como es el cumplimiento con la ley. Los gobiernos son las instituciones que más confianza han logrado recaudar en estos años, si bien en el 2011, hay un retroceso. El parlamento logra avanzar lentamente en su legitimidad. Una parte sustantiva de la región dice que espera del futuro lo mismo, es decir, espera estabilidad. La estabilidad económica es algo nuevo y fascinante para América Latina. La estabilidad del empleo se ha más que duplicado en la última década y alcanza su punto más alto en el 2011. Nunca antes hubo tan pocas personas con grandes dificultades económicas (10%). Cuatro de cada diez latinoamericanos tiene hoy un escalón más de educación que el hogar en que nació. Ocho de cada diez latinoamericanos están conectados con el mundo a través del celular. La región se ha alejado de EE.UU., ese país es el país modelo principalmente para Centroamérica, mientras Sud América mira crecientemente hacia otras partes del mundo, especialmente Europa. Sobre todo hemos aumentado nuestra satisfacción de vida, independiente de los vaivenes. Nada altera nuestra creciente felicidad. La región ha incorporado al consumo a 150 millones de habitantes en la última década.
Al mismo tiempo la mochila de los pendientes es enorme. Comienza por los problemas económicos que aqueja a una parte muy significativa de la población con bajos sueldos, precariedad habitacional, acceso restringido a la salud, educación de mala calidad, si bien el desempleo se encuentra en uno de sus puntos más bajos. La desigualdad permanece como la mayor de las amenazas, la discriminación como su consecuencia cultural más inmediata. La tolerancia y la confianza son bajas, no confiamos en los partidos políticos, tampoco confiamos en el prójimo. La democracia no ha podido cambiar esas coordenadas centrales de nuestra cultura cívica. En el año 2011, castigamos principalmente a los 111 gobiernos, especialmente a los que habían hecho bien tu tarea el año pasado. El cambio de gobernante es una de las razones para exigir más, pero también hay un estado de malestar porque el aumento de la riqueza no trae consigo la esperada distribución. Los gobiernos no logran aumentar la percepción que se gobierna para la mayoría. Hay sensación de abuso y de privilegios indebidos.
América Latina mostró entre el 2007 y 2009 que era capaz de aplanar el impacto de la crisis con políticas económicas contra-cíclica, eso no sucedió en el 2011, y ante una desaceleración del
crecimiento los gobiernos no tomaron medidas para paliar ese impacto sobre los más vulnerables. El impacto positivo sobre la democracia entre 2007 y 2009 fueron históricos, los gobiernos lograron desenganchar la economía de la evaluación de la democracia, produciendo un aumento en el sentido correcto a pesar de la crisis. En el año 2011 ese impacto desaparece. Aún hay que aprender que los vaivenes de la economía afectan de manera muy diferenciada a los distintos sectores dentro de una sociedad. Por una parte, el aumento del crecimiento no produce una distribución, y por otra la disminución del crecimiento impacta a los más vulnerables. Así los que tienen menos no se benefician con el crecimiento y son castigados con la desaceleración.
La América Latina oculta, aquella que ha emergido de 30 años de políticas sociales y reformas, es otra América Latina, ya no es la tierra del “vuelva mañana”, ni la imagen estereotipada de las películas de Hollywood. Esta es una región de pié con altos niveles de demandas que avanza a pasos agigantados hacia sociedades más abiertas y democráticas por la vía no convencional con altos grados de desfase.
Aquí lo pueden descargar, así como las versiones anteriores desde 1995.