Ha sido grato grato ver la película Tintín, El Secreto del Unicornio que hasta esta semana se estrenó en este contexto centroamericano.
Pese que es un personaje del comic europeo, cuyos primeros ejemplares salieron en los años 30 en Le Petit Vingtième, recuerdo haberlo leído cuando estaba en la escuela, en un pueblo olvidado de la civilización donde una dulce bibliotecaria hacía la excepción y nos dejaba llevar los libros a casa hasta por toda la vacación. No tengo idea como llegaron allí, pero recuerdo haberlas leído y releído con mis hermanos hasta casi saberlas de memoria, esas historias que se quedan en nuestros recuerdos y vuelven cada día que el espíritu quiere de nuevo sentirse niño…
No estaban todos los episodios y nunca los volví a ver hasta hace un par de años que me tropecé con una tienda en Amsterdam, fue imposible resistirme a la tentación. De regreso las masticamos con mis hijos hasta el cansancio, por lo que cuando anunciaron la película ellos mismos estuvieron hostigando la fecha y lamentando porqué el estreno no era simultáneo en todos los países. Mi hermano me lo quiso comunicar por Facebook cuando vio el anuncio en la TV, pero ellos le contaron que estaba algo desactualizado y que más bien ya se había estrenado en otros países.
Así que hoy, luego de regresar a la ciudad que sí tiene cine, con Nachos rellenos de queso y palomitas de maíz hemos disfrutado una gran tarde, el último día de feriado que me quedaba. Cuando le dije a mi chica que el primer ejemplar salió en 1930, se rió, reconociendo la moda de los guetos y la ironía del penacho en la frente que ahora está de moda.
La adaptación ha hecho muchos cambios, supongo para hacer el guión más extenso y emocionante. Fue entonces que supe que mis chicos se sabían la historia de memoria luego que interrumpieran cada momento:
- En el libro Hernández y Fernández compran bastones y les roban las billeteras…
- No mencionan a los hermanos pájaro…
- Nunca se supo que era un investigador el otro comprador del barco…
- No es así como atrapan al carterista…
Claro, no está tal como el comic, pero la trama está bien adaptada; como que no encierran a Tintín en una casa sino en el barco donde conoce al Capitán Haddock. Muy bueno el escenario del Capitán buscando las coordenadas con un sextante en mano, no es así en el comic, más bien las coordenadas son del sitio de hundimiento del barco.
En fin, buena tarde.
Terminó la vacación,
Es bueno estar de regreso.
Dejo unas fotos… la sopa marinera, la playa de Amapala y el Centro Histórico.
Gracias Nancy.
Feliz año nuevo.
Me parece buenisima,,pues recrea varios escenarios donde Tin Tin, y sus amigos pasan por muchas aventuras,,,,,,
¡Hola Don G! ¡Feliz 03! Siempre que veo la sopa marinera me digo: ‘Creo que seria imposible terminarla toda’ 🙂
Saludos desde Perú